Winter II

Después de que quité mi cara de sorpresa Eiki prosiguió...
-No te preocupes Lane te aseguro que lo verás de nuevo... Mientras no estén en gira, lo puedo jurar -sonrió guardando nuevamente la foto-¿Qué te parece sí me invitas un cigarro y vamos a dar una vuelta para que conozcas más el lugar?-preguntó regalándome esa sonrisa pícara que lo caracterizaba. 

-Sí está bien, voy por ellos y a ponerme una chaqueta más -sonreí y me alejé. 


Las calles eran un poco vacías a pesar de que cerca había un centro comercial, era difícil acostumbrarse tan rápido a los desconocidos. Eiki se la pasó riéndose de mi casi todo el camino ya que contaba con más del 60% de ropa que la que él traía. 
Él era una persona interesante y no podía negarlo, comenzaba a sentir algo por él, más que un simple gusto, comenzaba a ser más atento y yo notaba cuán lindo era conmigo... Mi pregunta era ¿cómo podía fijarse en mi? Nunca había sido una chica atractiva, ni mucho menos una de buen cuerpo, mi cabello era un desastre y mis ojos eran extraños ¿Qué podía gustarle de mi?

-Tienes unos ojos bonitos Lane- sonrió sin dejar de mirarme. ¡Por Dios! Si no deja de hacer eso, me va a dar algo... 
-¿De verdad lo crees?- me sonrojé y él se hecho a reír.
-Claro, tontuela ¡Eres muy linda! ¿Crees que sí hubieras sido una chica de Finlandia te hubiera hablado? .... Baagg algunas son demasiado tontas al tratar a un hombre y tú... Tú, eres especial y descubriré que es lo que te hace especial aparte de esos lindos ojos...- ¿seguía examinándome acaso? ¿Qué deseaba encontrar? 
-Bueno pues yo también quiero saber de ti ... Cuéntame ¿por qué no vives con tus padres?- pregunté mirando la expresión que hacía.
-Bueno, pues no es un tema del cual me guste hablar, Hennie es como mi segunda madre y ella me ha ayudado mucho... Hace tiempo ya, mis padres tuvieron una fuerte discusión, yo tenía 16 y había terminado de obligación la escuela .... 

***

-¡Necesito esos malditos papeles! ¡No puede ser posible que hayas escondido el testamento de mi padre!- gritó encolerizado.
-Ya te dije que no voy a dejar que vendas la casa, ¿A caso no piensas en tu hijo?

-Kaara sí no me importara no estaría haciendo esto. Así que dame los papeles de una buena vez.
-No Matti nos los tendrás...
-Sí no me los das por las buenas los tendré por las malas- y se lanzó contra ella golpeándola salvajemente.

-¡Déjala en paz!- grité aventándome a contra su espalda.

Él me tiró contra un librero que se vaceo completo en mi cabeza. De pronto vi deslizarse un folder esparciendo hojas por todos lados, mi padre detuvo la salvaje golpiza que le estaba dando a mi madre, levantò todos los papeles y se fue. 

Corrí a ver a mi madre, que bañada en sangre agonizaba.
-Madre mía mira lo que te ha hecho ese maldito sinvergüenza...-la cargué como pude y la lleve al hospital. 
Mientras esperaba el diagnóstico del doctor, pensaba en como le haría para no volver a casa con mi padre.
-¿Es usted familiar de la Sra. Lojöotse?- me miró el doctor de turno esperando una respuesta, en ese momento me levanté.
-Soy su hijo ¿cómo está mi madre?- contesté atemorizado de lo que pudiera responderme.
-Me temo informarle que por los golpes que recibió en la cabeza le ha ocacionado un derrame cerebral el cual vamos a intervenir en este momento- dijo serio.  

¡Sálvela doctor! -fue lo único que pude decir. Mis ojos comenzaron a nublarse y no tardaron en brotar agua de ellos. 

-Haremos lo que este en nuestras manos- se dio la vuelta y se fue. 

Esperé por varias horas en la sala del hospital hasta que salió el doctor y nuevamente dirigiéndose hacia a mi, habló. 
-Logramos estabilizar la función cerebral, pero temo decirle que su madre ha caído en coma y no sabemos por cuanto tiempo este así...- 
Sin nada que decir, arreglé los papeles para mantenerla internada, regresé a casa y tomé el dinero que tenía mi padre guardado ya que lo único que le importaba en ese momento, era el testamento. Corrí buscando un lugar donde mantenerme y encontré a Hennie que me vió llorando en un parque sentado en una banca.
-¿Estas bien?- preguntó preocupada y me tendió el brazo sobre mi espalda. 
-Sí sólo tengo miedo y no sé que hacer- contesté limpiando mis lágrimas.
-¿En qué puedo ayudarte? sí está en mis manos no dudes en decírmelo -se sentó junto a mi y le conté lo que había pasado, no dudo en ningún momento en llevarme a su casa y mostrarme la habitación más grande, llamó a una mudanza y trajimos muebles y aparatos míos ... 
Sabía que mi padre no llegaría en esos momentos así que aprovechamos para sacar ropa mía y de mi madre.  
Instalamos todo, les avísamos a las tías más cercanas quienes me ayudaron a pagar algunos meses de renta de la habitación ya que me negué a irme con alguna de ellas, les dije que mi madre y yo comenzaríamos de cero.

Cuando mi padre regreso a casa se dio cuenta de que ya no estábamos y nos busco por cielo, mar y tierra, hasta que encontró el hospital. Para mi buena fortuna estaba yo y lo enfrente cuando llegó.
-¿Qué haces aquí? ¿No te basta con lo que ya hiciste?- le reclamé con la rabia que sentía por haberlo visto golpear a mi madre.
-¡Hijo! ¿Dime por qué se fueron de la casa? ¿Cómo está tú madre? Perdóname, los necesito...- intento abrazarme pero lo aventé 
-No me llames hijo... Y lárgate que sí no te vas, te mataré aquí mismo ... ¡Tú no tienes perdón de Dios!- 
-Por Lo menos dime cómo está. Quiero verla...- dijo casi llorando.
-Eso es cosa que no te importa, ya te dije que te vayas, no quiero volverte a ver, ya no te necesitamos... ¿Acaso no te das cuenta del daño que nos hiciste? ¡Casi la matas! Perdiste todo por tus malditas apuestas, entre ellos, perdiste a tu familia- Lo tomé de la mano forzándolo a la puerta.
-¡No me toques de esa forma Eiki que no se te olvide que soy tu Padre!- dijo comenzando a encolerizarse.
-Hace mucho tiempo que dejaste de serlo- tan pronto terminé la frase cuando sentí su puño en la cara.

Lo aventé tan fuerte como pude quedando la mitad de su cuerpo entre el hospital y la calle. Me le fui encima y comencé a pegarle tan fuerte como lo hizo con mi madre, en eso corrieron los de seguridad, enfermeras y doctores a separarnos. A él Lo sacaron y a mi me metieron para que me tranquilizara hasta que se fuera, pidiéndome que no repitiera la escena y menos en el hospital. 

Logré que los guardias no lo dejaran pasar de nuevo y no le permitieran la entrada al cuarto de mi madre.    

*** 

-Y hasta la fecha no ha despertado, me he negado a que la desconecten... Aún me queda la esperanza... De que algún día despierte...- comenzaban a llover sus ojos y lo abracé sin dudarlo, él me respondió de la misma forma aunque con un poco más de fuerza.

-¡Oye terminarás sacándome el desayuno!- dije con un poco de gracia para hacerlo reír. 

-Es cierto .... ¿Y mi cigarrillo?- sonrió limpiándose la cara con la sudadera que traía.
Caminamos de vuelta a casa pues el tenía que ir al hospital y siguió contándome su historia 

- Mi padre era un buen hombre hasta que perdió el empleo y unos de sus amigos cercanos le ofreció un trabajo, mi madre no quedó muy contenta con ello, ya que comenzaba a tomar más de la cuenta llegaba tarde y cambio su forma de ser para con nosotros, viajaba mucho y nos enteramos que comenzaba a ir a lugares exóticos, casinos con clientes que según el pagaban muy bien, yo jamás entendí el por que de visitar esos lugares hasta que mi madre se entero de que la engañaba, desde ese entonces nuestra casa fue un infierno total.  Cuando llegaba de los viajes discutían, él rompía cosas y le pegaba, teníamos miedo de salir de ahí, nos había amenazado con matarnos, a mi madre le amenazó con que no volvería a verme, hasta ese día que ocurrió lo del testamento... Decidí ya no llevarla más a ese lugar y sacarla adelante yo solo ... Es por eso que Hennie se ha convertido en mi segunda madre, ella mejor que nadie sabe mis miedos y a sabido a apoyarme como lo hubiese hecho Kaara, mi madre, yo sé que ella regresará lo se... -Nos apróximamos a la casa y antes de llega lo abrace de nuevo y le cuestioné el camino a la universidad y me dijo las rutas de ida y vuelta, ya que no tenía nada que hacer iría a conocer donde estudiaría dentro De unas semanas ....  

Casi todo el camino fui pensando en la desgracia de Eiki, él era una buena persona, y apesar de lo sucedido no veía mal alguno en él.

Cuando llegué a mi destino vi cuan hermosa era la escuela,  no se comparaba a mi universidad ya que la mía era extremadamente grande, aquí sólo distinguí los grandes vidrios y lo elegante que lucía.

-Bien aquí estas...- dije sin dejar de contemplarla.

Decidí marcharme, me había aprendido el camino y decidí caminar para ver sí tenía suerte en encontrar algo en qué trabajar... 

Me detuve frente de una escuela más pequeña que tenía columpios y corrí a subirme a uno, aunque se viera bastante ridículo a mi edad y en un columpio.... -pensé que no sería tan malo recordar mi infancia. 
Me senté a contemplar la nieve en mis pies y comenzaba a jugetear con ella hasta que... 

-¿No se te hace que estas invadiendo lugar escolar?- esa voz detrás de mi.. ya la había escuchado antes. Me levanté para ver quién era quién llamaba mi atención 
-¡Pauli ... !-exclamé-¡Qué susto me pusiste!-

-Al menos ya sabes cómo me llamo- se hecho a reír.
-¿Siempre haces eso?- pregunté.
-¿El que?- contestó con un gesto de confusión

-Aparecer detrás de la gente...- volví a sentarme en el columpio y él se sentó en el que estaba a lado.
-No, no siempre... Sólo que tú me hablaste- 
Mis ojos se abrieron como caja de sorpresa y detuve el columpio del que estaba meciendo.
-¿Que yo qué?- 
-Bueno no tú... Tus ojos- sonrió 
-Mmm mis ojos nunca han hablado, no que yo sepa- dije hablando un poco sorprendida -De lo contrario me habría vuelto loca- acompañó mi risa y prosiguió.

-A decir verdad, te vi justo cuando te detuviste a ver aquel abrigo, estaba a punto de cruzar la calle y esos luceros llamaron mi atención, claros y color miel, de esos casi no se ven por aquí, tú piel luce cálida y apiñonada y sí te das cuenta en Finlandia hay muchos fantasmas... Más he de agregar que esos ojitos no se me olvidan-río. 

-No pues gracias por los alagos- dije algo sonrojada. Éstos hombres y su facilidad para ponerme como un tomate.
-No son alagos.... Es la verdad- acarició una de mis mejillas -Que tal sí te invito un café y me cuentas más de ti...-acepté sin dudarlo y caminamos unas calles para llegar a un pequeño local donde nos atenderían con todo el gusto del mundo. 

-Bien, dime Lana ¿qué haces en Finlandia? ¿andas de vacacionando?- preguntó sin dejarme de mirar con esos ojos que parecían hipnotizarme. 
-Bueno no exactamente, llegué hace dos días y vengo de intercambio...-Contesté tratando de no ponerme roja de nuevo por su forma de mirarme. 
-¡Vaya! pensé que estarías poco tiempo... ¡Sí tengo suerte! Así que eres estudiante ¿eh?  Veamos ¿cuánto es 4x4?- me miró serio-¡es broma!-Soltó una carcajada y yo lo acompañaba. 
-Que gracioso podría decirte la tabla del 9 sin dificultad-reímos nuevamente. 
Traté de entender su "tengo suerte" pero en el momento cambio el tema y se me olvido por completo, platicamos largo tiempo hasta que obscureció, me di cuenta lo tarde que era por que ya obscurecia y me sorprendí al ver la hora...

-Creo que es un poco tarde ¿no?- miró su reloj -Bueno ire a dejarte sí no tienes inconveniente.
-Creo que no hay ninguno, vamos -Yo iba completamente feliz, ya que no me iría sola 
A unas calles estaba su carro y procedimos a continuar con el camino... 

-Pero aún no me has dicho cómo fue que me encontraste en la tarde...-Era algo que después de la historia que le dije que pasó para llegar acá, tenía que saber... No podía dejarme con esa duda...
-Pues venía de camino a casa de Aki buscando unas cosas de la batería que me encargo, pero te vi y pues ya no busqué nada- rió sin pena alguna -Creo que debo de tener unas cuantas llamadas pérdidas.... -miró su celular y exclamó sorprendido 
-¡¡Por Dios santo!! ¿¡?50 llamadas pérdidas?!?- hasta los ojos se me saltaron a mi también. Nunca había escuchado algo así... 

Riiiing riiiinng riing 
-¿Qué pasó?- dijo temeroso de una mala respuesta 
-Discúlpame ¿sí? Lo sé, lo sé y lo siento ... La próxima vez avisaré. OK sí está bien, sólo déjame hacer una cosa y dejó él carro en casa de Aki, sí ya ... Dije lo siento Lauri .... ¿¿Contento ?? Ok, si dile a Eero que lo lamento ... Bye - y colgó.
-Creo que alguien tiene problemas- dije titubeando.
-¡Ah! no te preocupes, Lauri es algo testarudo, se le olvida que nos ha dejado esperando más de 3 horas a que llegué por que Paula anda ocupada y no tiene con quién dejar a Julius- contestó algo molesto -Pero no fuera uno por que ya está molestando... 
-Tranquilo no te enojes.... Es entendible que Lauri no pueda llegar...- dije intentando calmar la situaciòn.
-No, no creo que sea entendible por que hemos tenido ensayos más pesados que éste y se pone de peor manera... Pero en fin, sí no fuera el guitarrista me pondría peor que él- terminó cambiando su semblante.

-Bien llegamos ... Muchas gracias por aceptar el café espero verte de nuevo ... ¿Qué te parece sí me das tu número y te llamó?- esa mirada tan tierna que me lanzó no puedo evitar que dijera sí. Eso quería decir que lo volvería a ver. 

Lo anotó y nos despedimos muy cerca de la boca de ambos, me puse tan nerviosa que bajé corriendo y me metí haciendo notar mi llegada, justo antes de cerrar la puerta Eiki salió.

-Bonitas horas son estas de llegar Srita ... ¿Dónde andabas? Me tenías preocupado ... Vine a tocar tú puerta y no te encontré...- me miraba como sí supiera lo que pasó. Me estaba poniendo nerviosa. 
-Disculpa ¿tiene mucho que llegaste? Este .... Fue a buscar algún empleo pero no encontré nada- dije caminando hacia mi cuarto entrando yo y él después de mi.
-¿No crees que es muy tarde para buscar trabajo Lane?-  sabía que diría eso ¿acaso leo su mente o él es muy predecible? 

-Sí pero anocheciò y pues el tiempo pasó muy rápido ... Mañana buscaré nuevamente.

-No es necesario Lane, en el hospital encontré a mi tía y pues ella trabaja en una empresa pequeña y me dijo que estaban requiriendo una secretaría ... Es bueno para empezar ¿no crees? El detalle es tu horario y no harías gran cosa ¿qué te parece sí mañana hablas con ella? Yo te llevó y ves sí te conviene, te agrada la idea?
-Muchas gracias Eiki de verdad eres un angel- dije emocionada y un poco culpable por no decirle la verdad, pero de lo contrario hubiera pensado mal. O quién sabe. 
-Bien Lane, no vuelvas a salir sola, me da miedo que te pierdas... Te dejo, veo que aún tienes mucho que hacer- se despidió y se fue. 

Realmente tenía mucho que hacer, mi cuarto era un desastre, no era muy grande y contaba con todo lo necesario para que pudiera vivir cómodamente, una mesa a lado de la puerta, sobre esa misma pared una ventana a la que el poco sol que entraba daba luz a la habitación, la cama se ubicaba en medio donde de lado derecho tenía un pequeño buró, enfrente de la cama un escritorio y pasos más adelante el baño que se encontraba al fondo.
Terminé de acomodar mis cosas y prendí la laptop para escribirle a mis padres, sabría que por la mañana estarían leyendo todos pendientes de mis locuras, obviamente omití lo de Pauli ... Mi padre es tan celoso que viajaría hasta aquí a llevarme de nuevo a casa.

En eso el timbre de mi celular interrumpió mi pensamiento 
-Que tengas una linda noche Lana... Espero verte pronto XOXO Pauli- woo ahora sí podré dormir contenta.