domingo, 20 de enero de 2013

Chill 31

Habían pasado apenas unos segundos, permanecí a lado de ella pues no quería separarme de su regazo, no quería decirle adiós, no era momento. 
Continúe sin querer creer que mi Lana había muerto, pues siempre se había caracterizado por ser una mujer llena de vida, de alegría, de felicidad. 

-¿Por qué Lana? ¿Por qué me dejaste solo? -mis lágrimas salían sin cesar mojando un poco la piel de mi amada esposa. 


Llegaron varias enfermeras intentando sacarme de ahí, pero no lograron separar mi cuerpo del de ella. Pedí que me dejaran solo, que me dejaran decirle adiós a mi manera. 
No supe exactamente cuanto tiempo transcurrió desde que me dejaron, pero en uno de esos instantes llegó Flavia arrodillándose cerca de la cama, implorando perdón y suplicando que regresara  aquella mujer que le salvó la vida. 
Me estaba cortando el alma en dos o quizá más pedazos, no soportaba este sentimiento de desesperación, ella era mi Lana y no podía estar muerta, simplemente no podía. 

¿Dónde quedaría todo? ¿Mi vida? ¿Mis hijos? ¿Mi razón de ser? 
Apenas unas horas atrás habíamos estado juntos compartiendo la misma cama los mismos sentimientos, el mismo amor y ahora... ya no tenía nada. 
Apenas sentía dolor pues ya estaba hundiéndome en un abismo tratando de buscar a mi Lana, a la chica que cambió mi vida, mi existencia y mi forma de ver la cosas. 
Ya no vería más esos ojos que brillaban apenas me veían llegar, esa sonrisa cuando estando solos me hacía sentir único, lleno, completo. El recibimiento de abrazos y besos llenos de ternura diciéndome "Por fin estas aquí". Su aroma, su esencia, y su calor.

-Lana no te vallas no me dejes solo, quédate conmigo o llévame contigo.... ¿No te das cuenta que no me importa nada sí no estas aquí... conmigo? 
Por favor Lana... No quiero estar sin ti...
-Pauli amigo, lo siento mucho pero debes de dejar que se lleven el cuerpo... -esa voz me era un tanto conocida, esa tranquilidad y esa manera de dirigirse a alguien era única. Ya no recordaba nombres ni sabía quién era yo, estaba terriblemente mal. 
-Eero ayúdale a salir de aquí, yo me haré cargo de Flavia -alcancé a escuchar. 

Me sujete a Lana cuando sentí el movimiento en un intento de separación de ambos, no lograron poder separarme de ella. 
-Vamos amigo, no puedes permanecer aquí, ven salgamos, todo va a estar bien ya lo verás -presionaba mi hombro e intentaba hacerme mover. 
-¡Déjame! -exclamé-, ¡ella no está muerta, no lo está!
-Ven conmigo -del brazo me ayudó ponerme de pie y lo seguí no queriendo-, la volverás a ver Pauli lo juro. 
-¿En dónde? -señalé-, ¿En una caja donde no podré ni tocarla? ¿O en una tumba? Sabiendo que debajo de tanta tierra está ella, alimentando a miles de gusanos formados por la putrefacción de su cuerpo. No tienes corazón Eero. ¿Por qué no me dejas permanecer el poco tiempo que está aquí antes de que sea encerrada en una caja? ¿Por qué me odias y no me dejas en paz? ¿por qué? -mi manera de reconocerlo fue como un balde de agua fría. ¿quién se creía él para separarme de Lana? ¿quién era él?

 
Salimos de la habitación, mis ojos hinchados miraron a Lauri y Aki con caras de preocupación, Mikko sostenía a Flavia que no paraba de llorar y detrás de mi venía Eero. 
Flavia levantó la mirada al verme llegar, no le dirigí la palabra no quería lastimarla, me volví a Aki y Lauri que me abrazaron al momento ocasionando mis lágrimas nuevamente. Me dejé caer en la silla y me volví a encerrar en mis pensamientos humedeciendo mis mejillas nuevamente, no podía estar pasando esto, yo no podía quedarme solo, no podía regresar a mi vida sí no estaba ella. 

Alguien se encargó de los papeles del hospital y el procedimiento para sacar el cuerpo ya sin vida de Lana, me preocupaba que les iba a decir a mis hijos, ¿cómo les iba a decir que su mamá ya no volvería a casa? 
Fui a cambiarme de ropas, tomé un baño y me vestí completamente de Negro. Llegaron los niños acompañados de mi madre y corrieron a abrazarme y llenarme de besos, me sentí mal, mi madre me miraba con pena y desasosiego, sabía que no tenía palabras para decirles lo que acababa de pasar, que no podría hacerlo, que no podría decirles a ellos que su mamá no regresaría nunca más. 



-Papito ¿donde está mi mamita? En la escuela me dejaron mucha tarea y John no me ayuda a hacerla. 
-Hija Mami... -suspiré-, mami no se sí pueda venir... 
-Mi mamá se murió Katherine, yo oí a la abuela cuando llamaba por teléfono -Kimberly se dio la media vuelta y subió a su habitación, los otros dos niños comenzaron a llorar los abrace y me quedé un momento con ellos. 

Mi madre logró calmarlos y se quedó en la sala acompañándolos mientras yo subía a ver que sucedía con Kimberly. 
Abrí la puerta de su cuarto y la vi tendida en su cama boca a abajo, silenciosa y sin movimiento. Me senté a su lado, tomé la fuerza necesaria para decirle lo que había pasado, hacer las cosas menos dolorosas posibles y enfrentarme a mi pequeña hija con una verdad que sabía, era fría como la hiel. 
-Kim... ¿Sabes que mamá se convirtió en un ángel? -intenté hacerla mover de su posición 
-No... -respondió sollozando apenas la palabra.
-Ven hija, déjame abrazarte, abrázame también a mi. Te necesito -la pequeña se levantó e incada rodeo mi cuello con sus pequeños brazos-. ¿Recuerdas la plática que una vez mamá dijo sobre la muerte? 
-Sí papi, donde las personas dejan su cuerpo aquí para ser ángeles, me contó una historia sobre eso -limpié las lágrimas que comenzaban a brotar de sus pequeños ojos claros como los de su mamá. 
-Ella ahora es un ángel y va a cuidarte aunque no la puedas ver, yo estaré contigo y no te dejaré nunca. Puedes estar segura que cuando más la necesites te brindará consuelo y protección, te hará saber que está contigo y que nunca te va a olvidar. 
-Papito y sí tú también te conviertes en un ángel, ¿Qué vamos a hacer Kathy, John y yo? ¿La abuela va a cuidarnos? ¿Nos iremos a México con mi abuelo Carl? Yo no quiero que tú te vayas, ni mis hermanos, ni mi abuela... -yo sabía que a pesar de su edad, mis hijos eran lo suficientemente inteligentes como para juzgar sobre la vida y la muerte, sobre el bien y el mal. Me partía el alma verla tan pequeña y darme cuenta que ese vacío que había dejado Lana iba a ser irremplazable. 
-Eso no pasará nunca mi amor, por que sí un día la abuela o yo llegáramos a irnos ya no tendrás un ángel sí no dos y deberás sentirte orgullosa de que ellos son sólo tuyos y de nadie más... -la presioné a mi cuerpo y comencé a llorar amargamente, no aguantaría demasiado este vacío que sentía de no tener a mi Lana, de no aceptar que ya no la vería jamás. 
-Papito yo quiero despedirme de mamá, ¿Puedo ir contigo? 
-Ven vamos abajo... 

Kathy se levantó al instante de oírnos bajar las escaleras, me pidió que la cargara y se acomodó en mi hombro chupando el pulgar de su mano derecha. Mi madre tenía los ojos mojados y sobre sus piernas estaba John, acostado y mirando la ventana que daba a la calle. 
Salí de la casa dejando a mis pequeñas inquietas por acompañarme, pero debíamos arreglar el lugar donde velaríamos a Lana, prometí volver por ellas y llevarlas para decirle adiós a su madre. 

El lugar estaba listo, sólo esperábamos la carroza con el ataúd. Mi vacío poco a poco crecía, estaba seguro que perdería la razón, que no lograría  contenerme y ocultar lo que sentía. Le encomendé a Eero la misión de llamarle a la familia de Lana, yo no estaba seguro de poder hacerlo de la mejor manera, no tenía palabras para decirles que su hija estaba muerta, que no fui capaz de cuidarla como lo juré en el altar cuando me casé con ella. 

No transcurrió mucho tiempo para que llegara el cuerpo de Lana, en esos momentos sentí perder la cabeza y me olvidé por completo del mundo exterior, ya no era yo el que pedía ayuda sí no la caja en la cual venía ella. 
La instalaron y me acerqué, abrí la tapa y la vi ahí, tranquila sin expresión alguna, mis ojos comenzaron a traicionarme a mirar de frente a mi mujer sin ese espíritu, sin ese color sobre sus mejillas, sobre sus labios. 
Seguí contemplándola, parecía que quería decirme algo, que intentaba mover sus labios, pero tal vez eran mis lágrimas que me hacían ver demás, parecía que sólo dormía y que aún tenía vida. Sus ojos cerrados tranquilos y pasivos, me hacían imaginar cuantas veces me quedaba despierto para mirarla dormir, para sentir su respiración y disfrutar de cada gesto que hacía dormida.
Su boca, inamovible, parecía tallada en piedra o madera, aún tenía la esencia de nuestro último beso, de la última vez que mis labios los rozaron, dulce como la miel suaves como la fe.

La habitación se llenó de gente, permanecí parado mientras escuchaba que preguntaban por mi, por cómo me encontraba, por cómo me sentía. Levanté un poco la vista y logré ver a Aki recibiendo a los papás de Lana que lloraban apenas me miraron parado a un costado del ataúd.

-Pauli... -dijo la Sra. estando a un pasó de mí. 
Me volví a ellos, no tenía palabras no sabía que decirles, me contemplaron con el corazón roto, con el alma llena de dolor, con un cuerpo que sufría por volver a ver en vida a mí Lana a la chica que aún con sus ojos cerrados seguía siendo esa mujer auténtica y con la cual volvería a casarme en esta vida y en otras más. 

Me abrazo buscando consuelo que intenté darle mientras su esposo me pedía dejarlo ver a su hija. Lloró inconsolablemente, le pedía perdón y la llamaba a que volviera. Yo continúe sosteniendo a Martha que también lloraba causándome estragos a mí, tal vez me hacia sentir culpable por no haber sido capaz de cuidar a su hija como lo juré y como lo prometí. 
Carl se separó de la caja preguntándome qué había sucedido, no quería decirle la causa de el accidente, sí no que había sido camino a su trabajo.

Una vez que fui capaz de mirar a mí derredor, note que la mayor parte de nuestros amigos estaban ahí, serios y mostrando sorpresa por lo que sucedió. Eiki llegaba de la mano con Anelli, caminaron hacia mí y recibí de él su más sentido pésame. No tenía palabras para responderle ni él para decirme, se dio cuenta que no era el momento de preguntar.
La Sra Martha tomó asiento con su esposo desconsolada y llena de dolor, Carl la abrazó mientras silenciosamente dejaba salir agua de sus ojos, yo me quedé en el mismo lugar, no quise apartarme del ataúd y permanecí inmóvil por mucho tiempo más... 





Desde mí interior comenzó a resurgir esa melodía que tanto le gustaba a Lana, que siempre tarareaba sin cesar, que llegaba a cantar en sus más íntimos momentos, en esos íntimos momentos que también eran míos, eran nuestros. 


No more blame 
i am destined to keep you save 
gotta rescue the flame 
gotta rescue the flame in your heart 


No more blood 
i will be there for you my love 
i will stand by your side 
the world has forsaken my girl 


Should i've seen it would be this way 
should i've known from the start what she's up to 
when you've loved and you've lost someone 
you know what it feels like to lose 


She's fading away 
away from this world 
drifting like a feather 
she's not like the other girls 
she lives in the clouds 
and talks to the birds 
hopeless little one 
she's not like the other girls... 

6 comentarios:

  1. waaaaaaaaaaaaa!!! nonono!!1 pense que en cualquier momento iban a decir los doctores que estaba viva D: POBRE DE PAULI!! pobre de su madre u.u toda undida ... nono, lo bueno es que ella ya habia hablado con sus hijas sobre eso alguna vez u.u pobre de PAULI!!!! QUE IRA A PASARLE?!!1 WAA!!! escribe pronto mana u.u que no aguanto leer que esta asi Paulito T_T

    ResponderEliminar
  2. :O :'(
    pobre de mi Pauli sus hijos ..!
    los papas de Lana y sin duda de Flavia.
    y ahora que va a pasar con Pauli???
    me has hecho llorar por un momento

    ResponderEliminar
  3. NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO

    ME NIEGO A CREER QUE LANA ESTE MUERTA, NO PUEDE SER, SIMPLEMENTE ELLA NO PUEDE DEJAR SOLOS A SUS HIJOS Y A PAULI

    NO PUEDE ELLA NO SE PUEDE MORIR

    Tienes que decirme que es solo un mal sueño mientras esperaba noticias sobre su esposa, ella no puede estar muerta no puede

    Y con esta cancion acabaste de romper mi cancion, es realmente hermosa pero con esta situacion me hiciste llorar

    Tiees que seguir pronto!!!!!!!!!!!!!!!!!!! por favor

    ResponderEliminar
  4. Waaaaaaaaaaaaaaa simplemente waaaaaaaaaaaa nooo porque lana u.u pobre de pauli.... Quiero Llorara T.T

    ResponderEliminar
  5. Pero..pero..Lana no puede morirse...que sea una pesadilla!! u.u Pauli solito pobre sus hijitos... :(
    Lana carecia llena de vida..no puede irse :(

    ResponderEliminar
  6. :'( he llorado con éste capítulo, es un poco deprimente.
    Ver como todos sufren el gran vacío que deja en la vida de muchos , ver como sufre Pauli.

    ResponderEliminar

No te quedes con las ganas de comentar....