viernes, 18 de enero de 2013

Chill 30

Flavia yacía sentada en la sala de espera de aquel hospital ahoga en llanto, en un llanto inconsolable, a pesar de la compañía de Mikko, no paraba de decirse a sí misma varias palabras que logré descifrar cuando estuve cerca de ellos.
Al notar sus ojos hinchados y turbados por lo que acababa de suceder, un profundo espesor cayó dentro de mi, fuerte y vacío que quebraba mi alma y mi pensamiento de llegada al hospital.

-Es mi culpa... Es mi culpa Mikko... -era la frase que se repetía sin detenerse.
Intenté contener mi llanto por verla así, apunto de caer en la locura del dolor que sentía -¿Qué sucedió? -pregunté a penas liberándome de mi tormento.
-No sé Pauli; no me ha dicho más que es su culpa -contestó Mikko mientras sostenía el delgado cuerpo de su novia deteniendo sus manos.

-Flavia... Dime que pasó -me incline para verla a los ojos lo que provocó el nuevo llanto de está-, por lo que más quieras Flavia dime qué sucedió, ¿por qué Lana está aquí?
-Es mi culpa Pauli... -alzó su cara mirándome con los ojos vidriosos y mostrándose como una esquizofrénica.
-Flavia no me interesa sí es tu culpa... ¡Dime que le sucedió a Lana! -prácticamente soné como alguien que comienza a ser invadido por temores y un terror de saber que tal vez caería en la locura y ella no me diría nada.
-No la presiones Pauli, sigue en shock, pero creo que un auto la arroyó -Mikko la presionó a su cuerpo, intentaba consolarla, intentaba calmar la ansiedad que mostraba.

-¿Familiares de la Srita. Burgueira? -preguntó el doctor apenas llegaba.
-Sí dígame, soy su esposo.
-La Srita tiene graves lesiones entre ellas un brazo y una pierna rota, el golpe que recibió en la cabeza debido al impacto, tuvo una hemorragia interna eso ocasiono el descontrol de fluido que estamos tratando de estabilizar, como el lóbulo frontal fue el de mayor impacto puede que pierda la memoria temporal. En cuanto tengamos noticias les avisaremos, por el momento se encuentra en terapia intensiva
Estaba apunto de retirarse cuando lo detuvo mi pregunta, -¿Cuándo podré pasar a verla?
-Yo le notificaré en cuanto pueda hacerlo -palmeó mi hombro antes de darse la media vuelta para proseguir con sus labores.

Después de que se fue el doctor, creí seguirlo hasta donde se encontraba mi Lana, pero no, eran alucinaciones mías. La soledad y los sentimientos, millares de sentimientos revoloteaban en mi alma destrozándola de una manera incontrolable. A lo lejos vi llegar a Eero en compañía de su esposa, no tardaron en ubicarme y acercarse a mi.
-¿Todo bien...? -preguntó Eero después de los saludos-, te noto preocupado... ¿Qué fue lo que pasó?
-No sé bien, creo un accidente automovilístico. Flavia es la única que sabe y no ha podido decir nada -esas ganas interminables de llorar estaban llamando a la puerta de mis ojos.
-Tranquilo, todo estará bien ya lo verás.
-Ee...ro... Lana es..tá muy mal... -rompí en llanto-, He sido demasiado fuerte, traté de tomar las cosas con calma pero ya no puedo Eero, la mujer que está allá dentro es mi esposa y moriré sí la pierdo -limpié mis lágrimas con mi sudadera e intenté apaciguar mi alma.
-Pauli debes calmarte, sí no lo haces dime ¿cómo vas a tomar las noticias buenas o malas a las que estemos expuestos a saber?, todos estamos contigo... -Eero me invitaba a tomar asiento pero no quería, quería estar con ella, con mi Lana.
El ver a Flavia acongojada me desesperaba por completo, tenía miedo, ese terrible miedo que no te deja ver más allá de las cosas que quieres ver. ¿Qué había visto ella para no poder decirme nada? ¿Por qué dice que es su culpa? ¿Por qué no puedo entrar a verla?

Lana... Te necesito.

El doctor no nos dio noticias en los siguientes días. Yo logré estabilizarme gracias a Eero, pero aún permanecía inconsciente sin querer separarme del hospital, me invitaban varias veces a ir a la casa a ver a los niños y hablar con ellos, pero me negaba. Mi madre me llamaba constantemente para informarse de los acontecimientos y cambios de Lana pero sólo podía responderle "Aún no tengo noticias mamá".
Flavia estaba inmóvil en una banca del hospital después de ser atendida de urgencia por un episodio ansioso que tuvo por el recuerdo que cargaba. Fue sedada y puesta en un cuarto de recuperación hasta que pudo levantarse por sí misma y sentirse tranquila. Llamamos a los padres de Lana, dijeron que vendrían en cuanto el Sr. Carl terminara un negocio pendiente, mientras tanto estarían al pendiente de lo que sucediera.

Mikko acababa de ir a la cafetería y yo me levanté guiado por el instinto de saber que había pasado.
-¿Estás mejor Flavia? -pregunté temiendo ser rechazado.
-Sí Pauli gracias... -contestó con cierta pesadez al hablar.
-¿Puedo? -me dirigí al asiento.
-Sí claro -continuó pasiva y ausente en sus pensamientos.
Tardé quizá, varios minutos en tomar valor para preguntarle sobre el accidente, no sabía por donde empezar, ni mucho menos que preguntarle, se miraba tan frágil y tan pequeña que sentía que en cualquier momento podría romperse y deshacerse la poca distancia que había logrado derrumbar después de su ataque nervioso.

-¿Podrías contarme que pasó Flai? -pregunté recordando como le decía de cariño Lana.
Se quejó un poco, pero la vi dispuesta a hablar.
-¿Qué pasa Pauli? -llegó Mikko con dos vasos de café en las manos y dirigiéndose a ambos con una mirada neutral hablo-, ¿Estás bien Flavia? ¿Por qué tan serios?
-Me acerqué para saber qué pasó el día del accidente -contesté seco.
-¿Estás lista para hablarlo? -puso los vasos en el piso y en cuclillas tomó las manos de su novia brindándole seguridad. Ella sólo afirmó con la cabeza.


-----
Lana llegó al restaurante donde quedamos de vernos, teníamos la suerte de trabajar en empresas donde nos enlazaran los mismos negocios y trabajarlos juntas.
Mikko me apoyaba un cien porciento en todos mis objetivos, mientras él se enfocaba a la banda y a darme lo que más necesitaba para vivir, su cariño, su amor y su compresión. 
Lana y yo somos buenas haciendo este trabajo, conseguíamos clientes al por mayor y cerrábamos tratos de millones de pesos. La empresa nos brindaba demasiadas cosas por nuestro trabajo, laborar con ejecutivos no era cosa fácil. Nos llamamos casi a diario ya que trabajamos en diferentes empresas, tenemos oportunidad de juntarnos cuándo un negocio grande viene en puerta, los jefes están en busca de sus mejores trabajadoras y nos mandaban a la misión de abrir y cerrar los contratos.

Lana; continuas veces me comentaba que Pauli no estaba muy contento con el papel que desempeñaba en su trabajo, yo siempre le aconseje que siguiera adelante que en poco tiempo ascenderíamos de puesto y nos evitaríamos tantos viajes y pleitos conyugales.

Nunca tuve problemas con Lana, sólo la veces que Mikko venía por mi y quedaba de verme con ella. Aún le guardaba cierto recelo por lo que pasó con mi novio, y a pesar de ser mi amiga, tenía miedo de que Mikko siguiera enamorado de ella.
Tenía esa inseguridad muy dentro de mi, algo que no mostraba cuando la veía, sólo era cuando estábamos los tres juntos, que notaba cuan bien se llevaban, que tanto reían, lo que a veces Mikko no hacía conmigo. Eso; causaba mi coraje.

Una de las tardes que frecuentamos a Lana, tuve una pequeña discusión con mi novio, esa misma discusión obtuvo muchas consecuencias.
-¿Ahora qué te traes? -tomó mi mano con la suya, la cual rechacé al instante del contacto-, Flu ¿Qué tienes?
-¡Déjame Mikko! -grité aún más enojada.
-¿Qué sucede cariño? ¿Por qué te pones así? -detuvo el auto cerca de mi casa y me miró de frente.
-¡La sigues amando! ¡Eso es lo que pasa...!
-¿De qué demonios hablas Flavia? Sí crees que sigo sintiendo algún tipo de afecto por Lana como el que tuve en un pasado, déjame decirte que vas por mal camino. ¿crees que de ser así, estaría contigo? -dijo intentando calmar mis impulsos.
-No estas con ella por que está casada, te aseguro que sí no lo estuviera, estarías tendido a sus pies por servirle de cualquier manera... ¿Tú crees que soy idiota? ¿Crees que no me doy cuenta la forma en que la miras Mikko? -estaba a punto de bajarme del auto e irme pero detuvo mi acción.
-Escúchame bien Flavia, sí piensas que sigo sintiendo algo por aquella mujer que sólo es mi amiga y que nos ha apoyado en todo en nuestra relación, adelante, piénsalo, estas en tu derecho. Pero no voy a permitir que me dejes así como sí nada, que después te sientas mal por lo que dices y que sigas involucrando a Lana en tus ideas extremistas. Te aclaré las cosas desde que nos conocimos y me aceptaste tal cual era, con mis defectos y mis errores, ahora no me vengas con que estas celosa de una mujer que tiene familia y que olvidé hace mucho tiempo. Sí Lana no estuviera casada probablemente estaría con ella, en la manera en la que la quieres ver, pero por algo te conocí por algo estas aquí conmigo, por algo seguimos juntos -soltó mi brazo y salí de ahí.

Por un momento pensé en no creerle, esa mujer había estado antes que yo y sabía más cosas de él. Me enfurecía que tuviera más privilegios que yo, siendo su amiga, ella no merecía nada de lo que Mikko hacía por ella. ¡Nada!
Me tumbé en mi cama a llorar amargamente y a sacar mi coraje con la almohada, a veces sentía un profundo odio por mi amiga, un odio inexplicable, ¿por qué siempre tiene que ser Lana antes que yo? ¿por qué para todo siempre está el "llama a Lana"?

¡¡El la amaba, la seguía amado!!

A la mañana siguiente, tenía un negocio con esa mujer que se estaba convirtiendo en una sombra para mi, en un martirio.
Muy puntual llegó a mi casa y la hice esperar cerca de 15 min. No crucé gran diálogo con ella, me sentía molesta, no podía creer que fuera tan cínica sabiendo que era la favorita de mi novio. Varias veces me preguntó que sí me encontraba enojada, en todas las ocasiones me negaba, yo no quería hablar con ella.

Llegamos a la parada donde Mikko pasaría por nosotras, ella seguía sumida en su celular y yo en mis pensamientos. No pude contenerme el coraje que sentía y comencé a reprocharle todas y cada una de las cosas de las cuales era interventora en mi relación.

-¿Por qué no lo dejas en paz Lana? ¿Por qué intervienes tanto en mi relación? ¿Por qué no me dejas ser feliz? -ella apenas sí había captado la última pregunta que había dicho.
-¿Perdón? ¿De qué me hablas? ¿Es una broma verdad?
-No estoy jugando Lana... ¿Por qué no dejas en paz a Mikko? ¿No te bastó con todo el daño que le hiciste por jugar con él?
Rió sarcásticamente -¿Qué? ¿Qué yo jugué con él? -suspiró pesadamente-, ¿Sabes qué? Me voy antes de que empeores las cosas con tu imaginación... -apenas daba media vuelta cuando la tomé por el brazo y la regresé hacía mi-. ¡Suéltame Flavia!
Tuvimos un pequeño forcejeo en el cual poco a poco bajamos a la circulación del tránsito, intentaba agarrarme las manos pero no podía por qué estaba atenta a la avenida. Volteaba sin cesar a ambos lados, varios claxons llamaron a nuestro espectáculo, mi espectáculo ya que estábamos expuestas a ser atropelladas.
No supe en que momento gritó mi nombre consiguiendo tomarme por ambas manos para lanzarme al otro lado de la cera, yo caí en el instante en que un freno se escuchó rechinar y tras de el un golpe fuerte. Me giré recobrando la conciencia y la vi ahí en el suelo, con... Sangre en su cabeza... medio muerta, la gente comenzaba a rodear su cuerpo, el lugar del indecente.


----

-Comencé a llenarme de miedo y temor, me levanté y me lancé hacia ella, un hombre alto lo impidió y fue cuando me di cuenta que era Mikko el que me detenía -cuando terminó de relatar el acontecimiento me di cuenta que lloraba y sus manos temblaban.

Mi pantalón estaba húmedo, llevé mis manos a mi cara y comencé a negar con ella. Era increíble lo que había sucedido, no quería saber nada más lo único que necesitaba era  saber que Lana estaba bien, quería verla, sentirla... viva.

Los días transcurrieron lentamente, no obtuvimos cambios en la salud de Lana, tenía la esperanza, ella era muy fuerte y esperaba verla de nuevo bien, a mi lado y sonriendo. No era el momento de verla partir, tenía mucho que brindarme a mi, y a mis hijos, ella iba a estar bien, lo sabía.

Llegué una tarde al hospital con la esperanza de saber algo, pero no fue así, me senté a esperar, Aki y Eero acababan de irse y me quedé solo, suponía que Flavia y Mikko no tardarían en llegar, me habían avisado que estarían aquí pronto.
No supe en que momento me quedé dormido, pero soñaba con Lana, mirándome y sonriéndome como solía hacerlo, me abrazaba y me besaba, me decía que todo estaría bien y yo me sentía feliz.
Mi sueño término y desperté observando el movimiento del hospital, varias enfermeras corrían hacía una habitación en específico, me extrañaba ver tantas personas corriendo de un lado a otro, alarmadas y quizá desesperadas.
Una de las enfermeras gritó "Sala de terapia intensiva" comencé a alarmarme yo también, Lana estaba ahí.

¿Y sí era mi Lana? ¿Y sí algo sucedía allá dentro y era ella a la que corrían a auxiliar?
Sin pensarlo me levanté y tomé la dirección donde la mayor parte de doctores y enfermeras llegaban.

-Lo siento señor no puede pasar -dijo una mujer de bata blanca y con prisa al andar.
-¿Qué pasa allá adentro?
-Señor por favor estamos en una emergencia, haga favor de retirarse a la sala de espera -salió de ahí y me adentre al lugar.



Una cama en específico rodeada con varios doctores reanimando a la persona que se encontraba recostada. Seguí acercándome y estando a unos pasos a espaldas de ellos estaba Lana, no notaba su respiración, no oía más que susurros diciendo que ya nada se podía hacer, el aparato que medía el latir de su corazón estaba en un sonido único, no pausaba, no marcaba nada más que un único sonido de... muerte.

-¿Qué... sucede...? Ella es mi... Esposa... - dije con la voz temblorosa
-Lo siento señor, hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos, acaba de fallecer.

Me quedé helado, lo único que pude hacer fue acercarme a donde estaba ella, la miré y me estremecí al verla sin vida ahí, tirada y sin expresión alguna. Mis piernas falsearon, caí a su costado y recargue mi brazo en su cuerpo ya sin vida. Lloré y le llamé sin querer creer que me encontraba ante el cuerpo de mi mujer, de la que fuera mi mujer....

5 comentarios:

  1. aaaaaaah!! nononononononNOOOOOOOOOOO!!1 NO ELLA NO PUEDE MORIR, EL TIENE QUE ESTAR DORMIDO NOO!!1 D: mi Pauli sufriendo una vez mas,,, nono!! noo!! aaaaaahh!!!! Dios, todo por culpa de su amiga, es decir, si era su amiga, entonces porque dudaba? que a caso no la conocia? si, tal vez Mikko estuvo enamorado de alla, PERO YA FUE!!! PASADO!! ash!!! Lana no tennia culpa de sus inseguridades como mujer ¬¬ me choca!!! NONONO!!! POBRE DE PAULI!! esto lo va a destrozar si es verdad D: nono!! por favor sigue y dime que lo soño, que solo fue una pesadilla, por favor!!!! D:

    ResponderEliminar
  2. noooooooooooooooooooooooooooooooooooooo lana noooo T.T pobre pauli, tantas cosas que pasaron para estar juntos y ahora esto nooo debe de ser un sueño o algo asi... ya quiero saber que pasa u.u

    ResponderEliminar
  3. :o :o :o :o :o :o :o :'(
    NOOOOOOOO ..!!!
    Lana ..!! NOOO
    ahhh pobre de Flavia noo ehh esto no puede terminar asi me niego a que termine asi.
    mi Pauli sus hijos los papas de Lana todos van a sufrir mucho ...hasta yo ..!!

    ResponderEliminar
  4. OMFG!!!!!!!!!!!!!!!!!!! dime que es mentira DIME QUE ES MENTIRA Y QUE NADA DE ESTO ESTA SUCEDIENDO EN VERDAD, TIENE QUE SER PARTE DEL SUEÑO QUE PAULI ESTA TENIENDO............ si eso debe de ser, fue un accidente muy aparatoso y si corre ese riesgo pero ella tiene que estar bien, por Pauli y por sus hijos, ella no lo puede dejar... u.u
    Flavia SI ES TU CULPA!!!!!!!!!!!!! por que eras tan insegura ESO YA FUE!!!!! no tenia por que inventarse historias, ahora si esto es cierto ella va a cargar con un gran peso en su conciencia....... TIENES QUE SEGUIR YA!!!!!!!!!!!! NO ME DEJES TAN INTRIGADA

    ResponderEliminar
  5. Ah !! Nada más no llore porqué estoy en mi salón , estos capítulos me van a afectar más de lo que pensaba.
    Esas dudas de Flavia -.-' y ahora Pauli como sufrirá todos :'(

    ResponderEliminar

No te quedes con las ganas de comentar....